martes, 21 de septiembre de 2010

REVOLUCION INDUSTRIAL

GLOSARIO

Revolución neolítica: se entiende por revolución neolítica un importante cambio por el cual, tras millones de años de caza, pesca y recolección; la humanidad comenzó a practicar actividades agropecuarias. Sus comienzos pueden rastrearse hace unos diez mil años. La agricultura y la ganadería serán las principales fuentes de riqueza hasta que a partir del siglo XVIII en algunos países la industria pase a ser la actividad fundamental.

Sistema doméstico: los trabajadores, en muchos casos campesinos que se dedicaban a estas actividades textiles durante los meses en los que escasean las labores agrarias, recibían las materias primas de un intermediario, trabajaban en su casa (donde no era muy complicado tener una rueca para hilar o un telar donde tejer) y devolvían los artículos manufacturados al intermediario que les pagaba por el trabajo realizado.

Estamentos: grupo social típico del Antiguo Régimen basado en las diferencias jurídicas, lo que comportaba una enorme desigualdad social entre los miembros de los distintos grupos o estamentos. Tradicionalmente se distinguías tres estamentos: la nobleza, el clero ("privilegiados") y el tercer estado (el pueblo). Los estamentos privilegiados eran muy cerrados, y estaba claro que se pertenecía a ellos por herencia (la nobleza hereditaria). El gobierno, los cargos judiciales, los mandos del ejército y los altos cargos eclesiásticos estaban generalmente reservados a quienes pertenecían a la nobleza. El estamento es, por tanto, característico de una sociedad cuyo rasgo fundamental es la desigualdad ante la ley.

Monarquía liberal: sistema político que, a diferencia de la monarquía absoluta en la cual el rey dispone de todos los poderes y ningún organismo limita su autoridad, los poderes del monarca se ven recortados por la existencia de un Parlamento elegido por votación y por la publicación de una Constitución cuyas disposiciones legales se encuentran por encima de los poderes reales. Las revoluciones sucedidas en Gran Bretaña en el siglo XVII, la sucedida en Francia en 1789 y las que se darán en otros países europeos en los siglos XIX y XX instalarán en buena parte de Europa este sistema de gobierno.

Factory System: con el desarrollo de máquinas cada vez más complejas, grandes, costosas y necesitadas de fuentes de energía masivas como corrientes de agua o, posteriormente, la máquina de vapor comenzó el principio del fin del Sistema Doméstico. Para rentabilizar esas máquinas resultaba más barato concentrar bajo un mismo techo (la fábrica) a muchos obreros. Comienza la época de las grandes factorías que, con sus chimeneas humeantes y sus masas de obreros trabajando simbolizan la industrialización. Crece la importancia del empresario, el dueño del capital que aumenta su control sobre la producción, sobre las jornadas y ritmos de trabajo, las técnicas utilizadas, las inversiones...

Crisis de subsistencia: desequilibrio económico periódico que sacudía a las poblaciones a causa de la irregularidad de las cosechas. Cuando se producía una mala cosecha inmediatamente se iniciaba una sucesión de acontecimientos: escasez de alimentos, subida de precios y hambre. La consecuencia final era un aumento espectacular de la mortalidad que en unos pocos meses podía terminar con el crecimiento de la población de varios años. Estas crisis son características de la época preindustrial.

Liberalismo económico: teoría económica cuyo presupuesto fundamental es que la libertad a la hora de producir e intercambiar bienes es la base del desarrollo económico. El liberalismo económico tal como lo definió Adam Smith en su obra La Riqueza de las Naciones (1776) considera inconveniente cualquier intervención del Estado en asuntos económicos. Es la teoría del "laissez-faire": los gobiernos no deben intervenir ni para regular la labor de los empresarios, ni fijar aranceles para el comercio exterior, ni regular las relaciones entre obreros y empresarios... Es una teoría que cree en la bondad del individualismo: todo hombre que trata de satisfacer sus deseos de riqueza, si es dejado en completa libertad por parte del estado en esta tarea, acaba por contribuir al provecho de toda la sociedad. Es la "mano invisible" del mercado la que conduce a la más correcta utilización de nuestros recursos materiales para conseguir el máximo bienestar social.


Rotación de cultivos: técnica agrícola que se basa en la alternancia entre los cultivos plantados de un año a otro como medio de conservación del suelo. Normalmente conllevaba que una parte de la tierra se dejaba en descanso (barbecho). En el siglo XVIII se ensaya con rotaciones de cultivos que permiten un aprovechamiento intensivo: donde antes se dejaban tierras en barbecho ahora se siembran leguminosas, que aportan nitrógeno a la tierra que en años posteriores se sembrará de cereal. Algunos de estos cultivos en rotación no producen para el consumo humano directo (como la alfalfa o los nabos), pero sirven para incrementar la producción ganadera: la carne, la leche o la mantequilla serán pronto asequibles para el conjunto de la población.

Revolución Demográfica: se entiende por revolución demográfica el enorme cambio sufrido por la humanidad desde el siglo XVIII, cuando tras miles de años de un crecimiento muy lento, inferior al 0,1 % anual y sometido además a constantes retrocesos (guerras, epidemias, catástrofes...), la población humana empezó a crecer a ritmos hasta veinte veces más rápido que lo había hecho hasta entonces y, además, de una forma sostenida. Los progresos en el conocimiento científico, la agricultura, la industria y la medicina, entre otros factores hicieron posible ese crecimiento que llevó a la población mundial a pasar de poco más de 500 millones en el año 1700, a 2500 millones en 1950. En apenas tres siglos la población del mundo se quintuplicó.

La spinning jenny, máquina de hilar que permite el manejo de varios husos, lo que multiplica la capacidad de hilado del trabajador. Es un invento del inglés James Hargreaves, quien la patentó en 1764. Sigue siendo una máquina que utiliza la energía humana pero mucho más productivamente: antes el trabajador movía la rueda para accionar un sólo huso. Ahora con el mismo esfuerzo el hilo se va enrollando en numerosos husos que pueden apreciarse en la parte inferior de la ilustración.



La water frame debe ser considerada como un invento que supone un enorme salto cualitativo. Hasta entonces las máquinas de hilar (como la spinning jenny) se limitaban a ser una versión mejorada de los antiguos tornos de hilar: necesitaban la fuerza humana como energía y la presencia de un trabajador muy especializado. Arkwright consideró la utilización de caballos para mover su máquina hasta que en 1771 se decidió por crear una factoría en Cromford aprovechando la corriente del río. Una gran fábrica llena de máquinas hiladoras movidas por energía hidráulica que requerían mano de obra no muy especializada: un sistema que se extenderá por toda la geografía británica y que se utilizará en otras actividades textiles y pronto en otros sectores manufactureros. Es por tanto, la invención de una maquinaria que precisa enormes cantidades de energía la que llevará a la industria a concentrarse en grandes fábricas (factory system).



Barbecho: se trata de una antigua práctica agraria que consistía en dejar una parte de las tierras de labor sin cultivar. El campesino dividía su propiedad en varias hojas e iba rotando en ellas los cultivos y el trozo que se dejaba sin sembrar ("en barbecho"). Es típico de una agricultura poco productiva y que no disponía ni de abonos orgánicos por la escasa cantidad de ganado disponible ni de fertilizantes de otro tipo. En tierras profundas y fértiles la tierra solía estar un año en descanso, en tierras menos fértiles el barbecho podía durar dos o más años en la rotación. Su eliminación con la utilización masiva de abonos es uno de los rasgos básicos de la llamada revolución agraria.



La máquina de vapor supone el mayor logro tecnológico del siglo XVIII y es la piedra angular del desarrollo de la revolución industrial en Gran Bretaña. Ya en 1705 el inventor Thomas Newcomen patentó un modelo de máquina de vapor para bombear el agua que se infiltraba en las explotaciones mineras. Se trataba de un simple cilindro en el que se introducía vapor de agua que impulsaba el pistón hacia arriba. Después el cilindro era rociado con agua fría y la presión atmosférica impulsaba el pistón hacia abajo. El hecho de tener que enfriar y calentar el cilindro para cada movimiento hacía que la máquina de Newcomen fuese muy ineficiente y solo tuviese éxito para achicar agua en las minas de carbón donde el combustible era casi gratis. A partir de 1763 James Watt, introducirá importantísimas mejoras como añadir un condensador separado del cilindro que evitaba las enormes pérdidas de energía de la máquina de Newcomen. En los años siguientes Watt introducirá numerosas innovaciones en sus patentes destacando entre estas la adición de un cigüeñal y una rueda para conseguir un movimiento rotatorio que posibilitará su aplicación en las fábricas, el ferrocarril y la navegación en los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX. A mediados del siglo XIX la potencia de trabajo instalada en forma de máquinas de vapor era ya, en Gran Bretaña, superior a la fuerza humana de todos los obreros británicos. Se había entrado de lleno en la era de la mecanización.

LECTURA PARA ANALIZAR

“Puede concluirse que la Revolución Industrial Inglesa no tuvo un paralelo concreto entre los países continentales. En ninguna otra parte asumió el proceso de industrialización el mismo carácter autónomo u orgánico; en ninguna otra parte fue tan completo —como fenómeno nacional— ni tuvo tanto éxito a la hora de cambiar toda la estructura social. Es más, en el contexto europeo este término tiende a adoptar un significado distinto. Con él se cubre todo el proceso con el que se crean las condiciones sociales y legales para el pleno desarrollo del capitalismo frente a la resistencia de los beneficiarios del antiguo orden agrario e industrial, proceso que en Inglaterra había empezado un siglo o más antes de la industrialización. Incluso en los casos en que, como en Alemania, se produjo un crecimiento muy rápido de la industria —de tal modo que lo que en Inglaterra había durado un siglo aproximadamente se condensó allí en un par de décadas—, el impacto pleno de la transición estuvo restringido a ciertas regiones y, a pesar de toda su rapidez, fue menos completo. El peso sustancial del sector agrario, las supervivencias preindustriales en la sociedad y la persistencia de regiones atrasadas dan testimonio de ello. Durante el siglo xix la industrialización europea tendió a ser un fenómeno principalmente regional y la transformación de las economías globales como unidad siguió siendo menos completa que en Inglaterra. Incluso Bélgica, el más pequeño de los países industriales, tenía su región agraria atrasada. Alemania, el éxito industrial sobresaliente entre las grandes potencias, siguió manteniendo un gran sector agrícola y algunas de las caracteristicas de una economía dual. Aunque también en Francia se habían sentado las bases de una economía moderna entre los años de 1880 y 1914, la transformación fue aún menos completa. En Rusia, los prometedores interregnos de rápido crecimiento industrial tendían a la imposición de un tope o a la intensificación de las tensiones y debilidades internas, debido a la influencia coercitiva de las viejas estructuras heredadas. Italia arrostraba el handicap de la falta de recursos naturales y del fracaso del capitalismo por llevar a cabo una transformación completa del sector agrario y disminuir su peso en la economía o de resolver la cuestión sur. En todas las demás partes, la industrialización fue simplemente un fenómeno regional, y la creación de economías nacionales modernas, aunque estaba en curso, distaba mucho de ser completa. En cierto sentido, pues, lo que cabe destacar al hablar del continente, es lo inacabado y la dispersión geográfica de su transtormación industrial, si se la compara con Inglaterra. Por comparación con el resto del mundo, sin embargo, Europa fue el área par excellence del capitalismo avanzado."
Tom Kemp. La revolución industrial en la Europa del siglo XIX.

LECTURA

“La invención y el uso de la máquina de cardar lana, que tiene como consecuencia reducir la mano de obra de la forma más inquietante produce (en los artesanos) el temor serio y justificado de convertirse, ellos y sus familias, en una pesada carga para el Estado. Constatan que una sola máquina, manejada por un adulto y mantenida por cinco o seis niños realiza tanto trabajo como treinta hombres trabajando a mano según el método antiguo (...). La introducción de dicha máquina tendrá como efecto casi inmediato privar de sus medios de vida a gran parte de los artesanos. Todos los negocios serán acaparados por unos pocos empresarios poderosos y ricos (...). Las máquinas cuyo uso los peticionarios lamentan se multiplican rápidamente por todo el reino y hacen sentir ya con crueldad sus efectos: muchos de nosotros estamos ya sin trabajo y sin pan.”

Extraído del Diario de la Cámara de los Comunes, 1794.

LECTURA

“Los vagones eran arrastrados inicialmente por tiros de caballos y, posteriormente, se les sumaron máquinas, pero esos motores eran tan pesados y tan poco perfeccionados que apenas si producían el vapor suficiente para proporcionar una velocidad de 4 a 5 millas por hora. De haber sido inevitable, semejante lentitud hubiese limitado de forma considerable a la utilidad del ferrocarril. (...) Fue en 1830, con la inauguración del tramo de ferrocarril de Manchester a Liverpool, cuando se adaptaron por primera vez las nuevas calderas a las locomotoras. Desde el primer momento alcanzaron una velocidad que rebasaba con creces todo lo que anteriormente había sido considerado posible.
(...) A partir de ese momento, el servicio cobró un auge maravilloso: ya no fueron utilizados únicamente para el transporte de mercancías. El nuevo sistema de propulsión duplicaba su utilidad, y la rapidez del desplazamiento pronto atrajo un número de viajeros que superaba considerablemente todos los cálculos que se habían tratado de establecer acerca del incremento probable que experimentaría el tráfico.”
Marc Seguin. De l’influence des chemins de fer et de l’art de les tracer et de les construire. 1839.

LECTURA

“La máquina de vapor permanecerá siempre asociada al nombre de James Watt. Fue una mejora decisiva; redujo el consumo de combustible de la máquina y permitió que se pudiera utilizar en casi cualquier parte (…). El rendimiento del combustible pasó de menos de un 1 % en la máquina de Newcomen a un 4,5% aproximadamente en la de Watt (…). La obra de Watt combinaba el genio inventivo con el afán de bajar los costes. El mismo Watt decia (...) que “su mente perseguía la construcción de máquinas que fueran tan baratas como buenas” (...). En la historia de la tecnología, Watt es comparable a Pasteur en la biología, a Newton en la física o a Beethoven en la música.”
J. Mokyr. La palanca de la riqueza. 1993.

LECTURAS

“Parece razonable suponer que, sin el aumento de la producción a partir de 1740, el aumento correspondiente de la población habría sido frenado por el aumento del índice de mortalidad, provocado por la baja de los niveles de vida. Parece igualmente probable que, sin el crecimiento de la población (...), la Revolución Industrial se habría retrasado por falta de mano de obra (...). Parece, asimismo, que el aumento de las posibilidades de empleo provocado por la Revolución Industrial impulsó a la gente a casarse y a formar familias a una edad más temprana que en el pasado y que incrementó las expectativas medias de vida.”
Ph. Deane. La primera revolución industrial

LECTURAS

“La Revolución industrial inglesa fue precedida, por lo menos, por doscientos años de constante desarrollo económico (...).
Las principales condiciones previas para la industrialización ya estaban presentes en la Inglaterra del siglo XVIII o bien podían lograrse con facilidad (...).
Hacia 1750 es dudoso que se pudiera hablar con propiedad de un campesino propietario de la tierra en extensas zonas de Inglaterra y es cierto que ya no se podía hablar de agricultura de subsistencia (...). El país había acumulado y estaba acumulando un excedente lo bastante amplio como para permitir la necesaria inversión en un equipo no muy costoso, antes de los ferrocarriles, para la transformación económica. Buena parte de este excedente se concentraba en manos de quienes deseaban invertir en el progreso económico (...). Además Inglaterra poseía un extenso sector manufacturero altamente desarrollado y un aparato comercial todavía más desarrollado (...).
El transporte y las comunicaciones eran relativamente fáciles y baratos, ya que ningún punto del país dista mucho más de los 100 km. del mar, y aún menos de algunos canales navegables (...).
Esto no quiere decir que no surgieran obstáculos en el camino de la industrialización británica, sino sólo que fueron fáciles de superar a causa de que ya existían las condicione sociales y económicas fundamentales, porque el tipo de industrialización del siglo XVIII era comparativamente barato y sencillo, y porque el país era lo suficientemente rico y floreciente para que le afectaran ineficiencias que podían haber dado al traste con economías menos dispuestas.”
E. Hobsbawm. Industria e Imperio.

LECTURAS: PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

El algodón entonces era siempre entregado a domicilio, crudo como estaba en bala, a las mujeres de los hiladores, que lo escaldaban, lo repulían y dejaban a punto para la hilatura, y podían ganar ocho, diez o doce chelines a la semana, aun cocinando y atendiendo a la familia. Pero en la actualidad nadie está empleado así, porque el algodón es abierto por una máquina accionada a vapor, llamada el “diablo”; por lo que las mujeres de los hiladores están desocupadas, a menos que vayan a la fábrica durante todo el día por pocos chelines, cuatro o cinco a la semana, a la par que los muchachos. En otro tiempo, si un hombre no conseguía ponerse de acuerdo con el patrono, le plantaba; y podía hacerse aceptar en otra parte. Pero pocos años han cambiado el aspecto de las cosas. Han entrado en uso las máquinas de vapor y para adquirirlas y para construir edificios para contenerlas junto con seiscientos o setecientos brazos, se requieren grandes sumas de capitales. La fuerza-vapor produce un artículo más comerciable (aunque no mejor) que el que el pequeño maestro artesano era capaz de producir al mismo precio: la consecuencia fue la ruina de éste último, y el capitalista venido de la nada se gozó con su caída, porque era el único obstáculo existente entre él y el control absoluto de la mano de obra (...).

Recuerdos de un hilador. Citado por Valerio Castronovo: La revolución industrial.

Responde

1. ¿Cuáles son las placas de la tierra que características tiene cada una de ellas?



2¿ Cuáles son la 6 principales placas terrestres?



3¿Qué es la deriva continental? ¿Quién elaboró la teoría? ¿Qué es Pangea?



4¿Qué son la zonas de subducción?



5¿Qué es una falla?



6¿Cuál es el punto elevado de la cordillera de los Alpes?



7¿Qué placas chocaron y originó el levantamiento de los Alpes?¿Cuándo se produjo?



8¿ Qué pruebas hay de que los Alpes estuvo en algún momento debajo de las aguas?